Alerta: «Vendehúmos» a la vista

Con los buenos deseos del nuevo año, con los propósitos, con las expectativas…llegan los vendehúmos (si, lleva acento, guapi). Llaman tu atención con palabras altisonantes como: -reinvéntate, -emprende, -busca tu mejor versión, -impulsa tu crecimiento personal, -sal de tu zona de confort, -etc, etc, etc. (La de la zona de confort me rechina de una forma…).

Libros, conferencias, podcast, webinars, aparecen en instagram, facebook, tik tok, en todos lados. Y gracias a la magia del famoso algoritmo, si picas uno, picas todos; y te inundan, y ves los testimonios, y te empujan, y acabas cayendo. ¡Nooooooooo! Pero Pino, si tú te dedicas a eso…¡ooohhh, error! Eso lo aclararemos más adelante.

Durante un tiempo, inundada de estos post, artículos o como se llamen, pensaba con compasión en compañeros buscándose la vida en un mundo que comienza a estar saturado de coaches, gurús, mentores, etc. Todos tienen derecho a su trozo de pastel, y cada uno tiene claro su nicho y a ello van. Pero profundizando un poco, solo un poco, me di cuenta de que de nicho nada de nada, que tiraban la red para captar a todo bicho viviente, sin discriminación, y ahí viene mi decepción. Porque hay muchas personas que demandan el acompañamiento necesario para avanzar es sus vidas y proyectos, de acuerdo, y no puedes venderle una batidora a quien necesita un microondas, por ejemplo. No todo vale. Y de repente empecé a ver compañeros muy válidos a los que les aparecía el símbolo del dólar en los ojos, y a compañeros no tan válidos que se venden como la panacea. ¡Uf, qué decepción! Aunque tal y como me han enseñado, si te pica, mírate tú a ver por qué te pica (un gran aprendizaje, ya te digo), y lo analicé milimétricamente. Llegué a la conclusión de «vive y deja vivir», yo a lo mío y sin mirar por el retrovisor a los demás, porque me agobiaría, y por supuesto siempre huir de las comparaciones.

Por tanto, sigo en mi línea. Lo primero, escuchar activamente para ver la necesidad de quien me habla, y dirigirle a quien mejor pueda acompañarle en el proceso. ¿Que soy yo? ¡Fantástico! ¿Que no soy yo? Pues con toda mi vulnerabilidad le remito a algún compañero. Y continúo preparando mis nuevos productos y servicios, esperando siempre que sean precisos, divertidos y efectivos para mis clientes.

Así que: busca, compara, pregunta, infórmate bien, y luego haz clic en lo que más te convenza, porque no todo vale. Y si compras humo, humo tendrás.

PD: Me ha quedado un poquillo derrotista y no era mi intención. Que hay profesionales muy válidos con productos fantásticos, de verdad, los hay. Solo que hay que escarbar un poquito para encontrarlos.

Ahora que el año termina…

El tiempo se va volando. Hay que ver que el año ha pasado sin sentir. Pero si estábamos hace nada en verano… y mil frases más que escuchamos estos días, que parece que son los únicos en los que sentimos el paso del tiempo (y cuando se acaban las vacaciones, vaaaale).

Propósitos, buenos deseos, verdadera determinación y disciplina para lograr todo aquello que deseamos ser, hacer y tener y que no somos, ni hacemos ni tenemos. ¡Y qué rápido nos desinflamos, caray! La determinación y la disciplina se van con la uva número 11, creo, según mis cálculos. Es entonces cuando pasamos a lo que vamos a denominar «realismo», o así es como enmascaramos todas las excusas que nos ponemos para no cambiar nada porque «tampoco estamos tan mal». Y ES QUE CAMBIAR DUELE. Y a nadie le gusta el dolor. Este año he escuchado mucho la pregunta ¿desde dónde haces las cosas? ¿Desde el amor o desde el miedo? Y es alucinante la cantidad de cosas que hacemos en nuestra vida, en nuestro día, desde el miedo.

Creo que ese será mi propósito de este año…DESDE EL AMOR, todo desde el amor, y dejar atrás el miedo. Por si acaso, comeré solo 10 uvas, no sea que en la 11 se me vaya la determinación.

Feliz vida nueva